PRIMERO. Un partido fuerte es un partido unido. Con toda la deliberación
que sea posible, pero con la disciplina necesaria que nos permita actuar bajo objetivos
compartidos.
No reproduzcamos la lógica corporativa de tribus o de facciones. Habrá
inclusión, pleno respeto a la militancia y entre militantes. Serán
las capacidades y cualidades lo que haga destacar a nuestros cuadros. Me comprometo
a integrar un Comité amplio en sus tareas con la participación de
todas las expresiones y liderazgos del partido.
SEGUNDO. Un partido abierto a los ciudadanos, con menos burocracia y más
militancia. Ampliaremos nuestra base social, recuperando las causas ciudadanas.
Vamos a mejorar nuestras propuestas a partir de las preocupaciones de los capitalinos.
Porque sabemos, y reconocemos, que nuestro primer compromiso, el más importante,
es con los ciudadanos y sus familias. Son a ellos a quienes nos debemos.
TERCERO. Un partido transparente. Somos una institución de interés
público y los ciudadanos reclaman el uso responsable y honesto del dinero
que nos dan.
Porque es mi convicción y una condición democrática, seremos
el primer partido en la ciudad en instalar una Unidad para el Acceso de la Información,
la Transparencia y la Rendición de Cuentas.
Toda la información del PRI sobre su gasto, su nómina y sus programas
será pública.
CUARTO. Renovemos nuestro proyecto y compromiso con la Ciudad. Construyamos
propuestas innovadoras, de largo plazo, que den solución a los viejos y nuevos
problemas y que vean más allá de las próximas elecciones.
Para ser alternativa, debemos ser diferentes.
Convocaré, a través de la Fundación Colosio, a la academia
y a la sociedad civil para construir una agenda de futuro para la ciudad con propuestas
sólidas y viables, acordes a nuestros principios y valores de democracia
y justicia social.
QUINTO. Un partido comprometido con la sociedad de derechos, la equidad y la inclusión.
Tenemos que abanderar causas y no dogmas. Todos los temas y todos los debates estarán
abiertos.
La ciudad tiene una sociedad más plural y diversa. Hoy no podemos hablar
de la familia, hablemos de las familias. Hoy no podemos hablar del matrimonio, sino
de los matrimonios.
Rompamos paradigmas, seamos vanguardia. Actualicemos, nuestra actitud, nuestro lenguaje
y mensaje. Avancemos en la construcción de una sociedad de derechos, políticos,
sociales y económicos.
SEXTO. Un partido que debata y construya. Que esté presente
en todos los foros. Abierto a las alianzas. Que se oponga y que disienta pero que
también dialogue, concilie y construya.
Porque en democracia es tan legítimo competir electoralmente, como acordar
transparentemente con el gobierno y otras fuerzas políticas en beneficio
de los ciudadanos.
SÉPTIMO. Un partido innovador y con creatividad. Somos la generación
de la transformación, de internet, del desarrollo de las ciencias, del genoma:
será en esta generación en la que se encuentre la cura para muchas
enfermedades. Nuestro partido debe estar a la vanguardia de esta agenda.
El mundo cambió, el país cambió, la sociedad cambió
y nosotros debemos de cambiar.
OCTAVO. Un partido con mentalidad y estrategia para ganar. Seamos una
oposición socialmente útil, que vaya más allá de la
denuncia y brinde soluciones a los grandes desafíos de la capital. No nos
encerremos en el chantaje y las discusiones eternas. Por ello, seremos un PRI que
propone y no sólo se opone.
NUEVE. Un partido apegado a la ley. Conducirnos con legalidad no está
a discusión, es un compromiso irrenunciable. El comportamiento de cada uno
de nosotros es la imagen que los ciudadanos asocian con nuestro partido. Cumplamos
nuestras labores con responsabilidad y honestidad.
Me comprometo, a que con base en el Código de Ética del PRI a nivel
nacional, establezcamos, en 30 días, uno específico para el partido
en el Distrito Federal, que deberá observarse por todos nuestros militantes.
DIEZ. Un partido por la equidad de género. Pondremos atención
especial en garantizar las condiciones de respeto irrestricto a todas las mujeres,
dentro y fuera del PRI.
Nuestras acciones tendrán siempre el objetivo de impulsar su liderazgo, sus
preocupaciones, su agenda y su participación, no solo como una obligación,
sino con la convicción de que con ellas consolidaremos el progreso de nuestro
partido.
Estos son los puntos que desde hoy guiarán nuestras tareas. Compartamos este
decálogo con todos los priistas y los ciudadanos para que con unidad, decisión
y audacia, iniciemos la transformación de nuestro partido y de la Ciudad
de México.